Cuando Carmena llegó
a la silla de alcaldesa
apoyándose en Carmona
que hizo de dócil muleta,
se encontró un Madrid sombrío
heredado de Botella,
una ciudad casi al borde
del estado de emergencia:
sucia, pobre y enchufada,
y endeudada hasta las cejas.
a la silla de alcaldesa
apoyándose en Carmona
que hizo de dócil muleta,
se encontró un Madrid sombrío
heredado de Botella,
una ciudad casi al borde
del estado de emergencia:
sucia, pobre y enchufada,
y endeudada hasta las cejas.