Vaya rejón, Errejón,
vaya coz, vaya estocada
te ha pegado de improviso
tu compañero del alma.
Tan cerca estabas de Pablo
que no viste la patada
que en el culo de tu amigo
te dio Coleta Morada.
Te pilló «irradiando núcleos»
o «esclerotizando» castas
y no pudiste prever,
ni siquiera sospechabas
la cabeza de caballo
que habían puesto en tu almohada.