El vasto diccionario nos relata
la polisemia del término en cuestión:
es de cada diez partes fracción,
una moneda antigua hecha de plata,
esa fiebre que sube y que no mata
pero aturde y te hace padecer,
es un extraño nombre de mujer,
la métrica formal en esta loa,
y la que el Madrid alce en Lisboa
también Décima –y real– tiene que ser.