La que con ahínco el índice natal
hacía crecer al son de su camada
vese ahora triste e imputada:
lo que le faltaba a la Casa Real.
Y es que, Cristinita, algo hiciste mal
o lo hizo tu Iñaki, y tú, enamorada,
ante el tribunal te ves arrastrada
y ahora han de sacarte Roca y el fiscal.
Qué puede haber hoy mejor que una infanta
ofrecida al vulgo para la somanta
sea o no culpable, que ya tanto monta:ofrecida al vulgo para la somanta
como infanta, boba y como parienta
de un embaucador, pagarás la cuenta.
Y eso que decían que Ele era la tonta.
Y eso que decían que Ele era la tonta.